La nueva incubadora pretende reforzar los ecosistemas locales de innovación. La FAO se suma al llamamiento a la descentralización y al desarrollo local.
La Fundación Universitaria para la Innovación y el Desarrollo de la Universidad de La Habana (UH) dio a conocer a principios de octubre el concepto de una incubadora centrada en la seguridad alimentaria para promover proyectos y empresas de base tecnológica con impacto económico, social y medioambiental. El proyecto se desarrolló en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Al inicio de la presentación en el Hotel Meliã Habana de la capital cubana, el representante de la FAO en Cuba, Marcelo Resende, destacó los avances del país en materia de desarrollo local, según un informe del portal cubano online Cubadebate, y destacó el papel de la agricultura para dotar de mayor autonomía y recursos a los territorios.
Resende insistió en la necesidad de promover el sistema alimentario local y apoyar a las comunidades. „Tenemos que potenciar las experiencias en donde les damos los montos de cooperación directamente a esos territorios y ellos son capaces de auto gestionarlos para su propio beneficio. Además, urge que los productores cubanos tengan acceso a una plataforma online para comprar insumos y productos". "Tenemos capacidad", dijo el representante de la FAO, "pero tenemos que ir por el camino de la descentralización y el desarrollo local".
La Directora General de la Fundación Universitaria para la Innovación y el Desarrollo de la Universidad de La Habana, Dra. Vilma Hidalgo, comenzó su intervención hablando de los orígenes del proyecto INCUBA. La primera incubadora de proyectos UH se puso en marcha en 2015 en colaboración con la Universidad Humboldt de Berlín para conectar la ciencia, la industria y la política. Hasta la fecha, se han celebrado seis rondas de incubación con más de 20 equipos
Según Hidalgo, la incubadora, especializada en seguridad alimentaria, se está convirtiendo en un actor del ecosistema local de innovación, poniendo en común las capacidades de los distintos actores para promover proyectos y emprendimientos de base tecnológica en la producción de alimentos.
Cuba se encuentra en medio de una grave crisis de abastecimiento. El año 2021 fue uno de los peores para la agricultura cubana. En muchos ámbitos, la producción no se ajustó al plan. Cuba sigue importando alrededor de dos tercios de sus alimentos y gasta en ellos casi dos mil millones de dólares anuales, mucho dinero para un país con dificultades de pago.
Por ello, desde el inicio de la pandemia de Corona, el gobierno cubano ha intentado aumentar la producción de alimentos con numerosas medidas en la agricultura. En abril de 2021 se aprobaron una serie de reformas agrícolas, en virtud de las cuales los agricultores cubanos pueden vender libremente todo lo que producen más allá de las cuotas estatales de suministro. Además, se redujeron los precios de la electricidad y el agua para los agricultores, se promovieron proyectos de desarrollo local y se facilitaron instrumentos de financiación. A principios de agosto de 2021, el gobierno cubano levantó los topes de precios para los productos agrícolas.
A finales de febrero, el gobierno cubano presentó un plan de seguridad alimentaria. Con ello se pretende aumentar el rendimiento agrícola, reducir la dependencia de las importaciones y mejorar la educación nutricional. La incubadora de la UH prevista es otro bloque de construcción.