Se ampliarán las posibilidades para que empresas extranjeras operen en divisas extranjeras en sus negocios en Cuba. El gobierno cubano está introduciendo un nuevo mecanismo para gestionar, controlar y asignar divisas extranjeras. Esto fue anunciado la semana pasada por el ministro de Economía, Joaquín Alonso Vázquez. El objetivo de la medida, que se ha anunciado desde hace tiempo, es aumentar los ingresos por divisas y aumentar la producción nacional.
El nuevo Decreto-Ley se publicó el pasado jueves en el Boletín Oficial nº 89 (PDF) y entrará en vigor el 17 de diciembre. Por primera vez, permite a varios actores económicos en Cuba realizar transacciones directas en divisas. Las nuevas regulaciones, que se denominan explícitamente "medidas temporales para dinamizar la actividad económica", se aplican a empresas cubanas y extranjeras, empresas conjuntas, empresarios individuales, cooperativas, proyectos de desarrollo local (PDL) y proyectos de cooperación internacional. Esto significa que micro, pequeñas y medianas empresas cubanas seleccionadas (MIPYMES) podrán trabajar en moneda extranjera en el futuro, tras autorización del Ministerio de Economía, en coordinación con el Banco Central de Cuba (BCC). El objetivo central es "lograr el desarrollo de todas las fuerzas productivas con independencia de su actuar económico y régimen de propiedad: empresas estatales, privadas, extranjeras y mixtas", según el ministro de Economía Alonso Vázquez. En la práctica, esto supone un nuevo impulso para la dolarización en la isla.
La Resolución 140, como reglamento central, determina quién tiene derecho a realizar transacciones de divisas y abrir cuentas de divisas. El nuevo marco legal, según las autoridades cubanas, "beneficia especialmente a exportadores, a quienes reciben financiamiento externo, a quienes comercializan en plataformas online, a los que sustituyen importaciones y a la inversión extranjera."
Asignación de la capacidad de acceso a divisas
El mecanismo central son las llamadas asignaciones de capacidades de acceso a divisas, Asignaciones de Capacidad de Acceso a la División (ACAD), como se le denomina de forma algo críptica. La ACAD permite a las empresas comprar divisas con pesos cubanos (CUP) a un tipo de cambio fijo. Según el portal de la presidenta del Banco Central, Juana Lilia Delgado, la ACAD servirá para asignar divisas a "actores económicos sujetos al plan de la economía que no las generan, pero las requieren para actividades económicas priorizadas." Probablemente se refiera a las importaciones. Este mecanismo sustituye a las anteriores "cuentas con capacidad de liquidez (CL)" y tiene una diferencia fundamental: "Cuando estas [autorizaciones] se asignen es porque existe la seguridad de que están respaldadas por fondos que la caja central pone a disposición."
Los fondos entrarán a través de la retención estatal de divisas extranjeras. Para las empresas con capital extranjero, incluidas empresas conjuntas, acuerdos de asociación económica y compañías de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM), la norma es que pueden conservar el 100 por ciento de la moneda extranjera que ganan o aporten. Al finalizar un periodo acordado, los beneficios se dividen entre los accionistas (por ejemplo, una empresa estatal cubana como accionista en una empresa conjunta). Esta parte distribuida atraviesa entonces su propio ciclo dentro de la economía nacional. Según la normativa, las empresas estatales, en cambio, pueden en principio quedarse con el 80 por ciento de sus ingresos en divisas provenientes de exportaciones, mientras que el 20 por ciento debe pagarse a la tesorería central.
El decreto-ley creará un "paraguas legal" para aprobar temporalmente las transacciones de divisas dentro del país, en respuesta a la dolarización parcial de algunos sectores, según el jefe del banco central, Delgado Portal. Sectores seleccionados de la economía cubana (comercio minorista, agencias de comercio exterior, gasolineras, instalaciones turísticas) ya operan en el mercado de divisas. El portal Delgado subrayó que el objetivo sigue siendo restaurar un entorno monetario, con la CUP como único medio de pago.