Mientras que otros destinos turísticos del Caribe, como Cancún (México) o Punta Cana (República Dominicana), están reportando cifras récord, el número de visitantes en Cuba está a flote. Tras cifras positivas en los tres primeros meses del año, el crecimiento se desaceleró notablemente en el segundo trimestre. En abril, mayo y junio, el número de visitantes fue incluso inferior al del año anterior. Según la Agencia Nacional de Estadísticas (ONEI), Cuba recibió 1.309.836 visitantes internacionales a finales de junio. Esto es más o menos lo mismo que las cifras del mismo período de 2023. Es decir, el sector turístico de Cuba registró un crecimiento de apenas el 0,9 por ciento o 11.284 visitantes internacionales en comparación con el primer semestre de 2023. Antes de la feria turística FITCuba a principios de mayo, la industria todavía rezumaba optimismo. América Latina crece, Europa se debilita Canadá sigue siendo el mercado extranjero más importante para Cuba, aunque el número de visitantes ha disminuido ligeramente en comparación con el año anterior. En los primeros seis meses del año, 577.549 turistas canadienses viajaron a Cuba, una disminución del uno por ciento. El número de visitantes de cubanos residentes en el exterior, el segundo grupo más grande de visitantes, también cayó un 12 por ciento a 155.320. El mayor aumento lo registraron los turistas rusos: de 67.612 en el primer semestre de 2023 a 112.721 a finales de junio de 2024, lo que supone un aumento del 67 por ciento. El número de visitantes de países latinoamericanos como México (+13 por ciento) o Argentina (+17 por ciento) también aumentó, mientras que los mercados europeos tradicionales disminuyeron o se estancaron. En el primer semestre del año, 36 343 turistas llegaron a Cuba procedentes de Alemania. En el mismo período del año pasado, hubo 37.907, una disminución de un cuatro por ciento. mercado en peligro El turismo es un sector clave para la economía cubana, ya que es el segundo mayor contribuyente al producto interno bruto (PIB) y la tercera mayor fuente de divisas después de los servicios y las remesas desde el extranjero. Como consecuencia de la pandemia de Covid-19 y el endurecimiento de las sanciones estadounidenses, la industria turística cubana experimentó una recesión de la que, contrariamente a las esperanzas y expectativas del gobierno, aún no ha podido recuperarse. En los años pico de 2018 y 2019, 4,2 y 4,6 millones de turistas viajaron a la isla. El año pasado, en lugar de los 3,5 millones de viajeros previstos, solo vinieron poco menos de 2,4 millones. Para este año, el gobierno cubano apunta a 3,2 millones de turistas. Sin embargo, teniendo en cuenta el número de visitantes para el primer semestre de 2024, este objetivo parece difícil de alcanzar.
Cuba está abriendo más áreas de su economía al pago de divisas. En la sesión de la Asamblea Nacional de Cuba, que comenzó este miércoles, el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, anunció la introducción de un nuevo mecanismo para la asignación y gestión de divisas, que deroga la regulación anterior. El portal estatal en línea Cubadebate enumera los cambios más importantes: Todas las transacciones dentro de la economía cubana se liquidarán en pesos cubanos (CUP), con excepción de la Zona Especial de Desarrollo Mariel, empresas minoristas y mayoristas autorizadas, empresas extranjeras y otras que puedan ser admitidas. Se reorganizan las cuentas en moneda extranjera de las entidades estatales y se aprueban programas cerrados de financiamiento a los exportadores. Como medidas concretas, Marrero mencionó la introducción del pago de derechos de aduana en moneda extranjera a las importaciones del sector no estatal, la introducción gradual y selectiva de tasas cambiarias para los servicios portuarios, así como la aceptación de efectivo en moneda extranjera en ciertos sectores y áreas como el turismo. Redimensionamiento del mercado cambiario Con respecto al cambio informal de divisas, Marrero recordó, en alusión al portal digital estadounidense elTOQUE, considerado un referente del tipo de cambio diario, la postura del Gobierno "que tenemos que ponerle fin, a que desde un país en el extranjero y desde una computadora, se proyecte cuál es la tasa de cambio que debe regir en el país". El ajuste será gradual, dijo Marrero, "para ir reduciendo la brecha cambiaria en la economía, administrando los desequilibrios". Actualmente, el tipo de cambio oficial es de 24 CUP por dólar estadounidense para las personas jurídicas y de 120 CUP por dólar estadounidense para las personas naturales. "Ir directo a una nueva tasa de cambio traería una devaluación del peso y un efecto no deseado en la inflación, los precios y los bajos salarios. Los análisis realizados indican que, con el propósito de crear condiciones, se deben implementar varias medidas", explicó el primer ministro. Como medidas, mencionó la reducción del efectivo en circulación en CUP, la dolarización parcial de la economía, el avance de la bancarización y el aumento de los ingresos a través de aranceles e impuestos. Otras medidas para impulsar la economía Otro objetivo, según Marrero, es aumentar y diversificar los ingresos extranjeros del país. En este sentido, se han aprobado nuevos programas de autofinanciamiento en divisas para la producción de acero y en la comercialización de electrodomésticos y electrodomésticos de bajo consumo. Además, está la reactivación de los servicios técnicos para la población, la industria ligera y la química, así como el fomento de la exportación de miel y carbón vegetal y la producción de granos. En cuanto al monopolio del comercio exterior, el Primer Ministro dijo que se evaluaron los resultados de las operaciones de exportación e importación de los actores económicos no estatales. Se había decidido retirar la autorización a 24 de las 73 empresas autorizadas a procesar importaciones por parte de actores económicos privados porque no eran lo suficientemente activas y funcionaban mal. En el futuro, los actores económicos no estatales que quieran importar tendrán que presentar un certificado de ausencia de deuda tributaria, y los pagos de las importaciones también tendrán que hacerse desde cuentas en bancos cubanos. Además, los actores económicos no estatales tendrán que revelar el origen de sus fondos en el futuro. La inversión extranjera sigue siendo insuficiente En cuanto a los proyectos de inversión extranjera, Marrero dijo que actualmente se están negociando proyectos que contribuirán a la producción de carne de cerdo, pollo, ganado vacuno y búfalo, frijol, arroz, maíz, soya, café, carbón vegetal y productos agrícolas industriales y sus derivados. El primer ministro reiteró que su gobierno considera que la inversión extranjera es una parte esencial del desarrollo económico y social de Cuba. Todavía hay "problemas objetivos" como el bloqueo de EE.UU. y "problemas subjetivos" como los retrasos en los procedimientos de aprobación, "que por lo general atentan contra los procesos de negociación y disgustan a las contrapartes". " Para incrementar los ingresos en divisas, requerimos desarrollar negocios mutuamente ventajosos con inversores extranjeros, fomentar nuevas modalidades, considerando, entre otros, negocios con cubanos residentes en el exterior", continuó Marrero. El jefe de Gobierno señaló que si bien la deuda externa vencida ha disminuido en comparación con el año anterior, sigue siendo muy alta, en torno a los 303 millones de dólares. Marrero reiteró que "enfatizamos a nuestros socios que vamos a cumplir con nuestros compromisos", dependiendo de las capacidades del país.
Científicos cubanos han identificado 21 zonas del país que ofrecen condiciones favorables para la construcción de parques eólicos. De acuerdo con investigaciones realizadas por el Centro de Física Atmosférica del Instituto de Meteorología, con la participación de otras instituciones, las áreas se ubican principalmente en la costa norte, en el centro y oriente del país, en la zona comprendida entre Camagüey y Holguín, en el sur de la región oriental y en el extremo más sudoccidental de la provincia de Pinar del Río. Así lo informó el diario cubano Granma. Alfredo Rodríguez Roque, coordinador del Grupo de Energías Renovables del Instituto de Meteorología, estima el potencial técnicamente instalable para la generación de electricidad a partir del viento en Cuba en unos 1.100 megavatios (MW). Sin embargo, los obstáculos financieros en particular obstaculizan la expansión de las energías renovables a nivel nacional, dice el informe. Según Conrado Moreno Figueredo, profesor del Centro de Estudios de Tecnologías de Energías Renovables (CETER) de la Universidad Tecnológica José Antonio Echeverría (CUJAE) en La Habana, el actual escenario económico desfavorable exige la búsqueda de opciones viables para explotar el potencial de la energía eólica en Cuba. Por lo tanto, tiene sentido recurrir a aerogeneradores de media capacidad en lugar de planificar la construcción de grandes parques eólicos en un futuro próximo. "Estas máquinas, por ser más pequeñas, necesitan una inversión menor y, gestionadas por entidades públicas o no estatales, pueden aportar mucho a la expansión del empleo de la energía producida por el viento", dijo Moreno. " Cuando hablo de este tipo de aerogenerador, me refiero a los que su potencia varía entre 100 y mil kilovatios (kw)". Según Moreno, todos los aerogeneradores instalados en Cuba hoy en día se encuentran en el rango de potencia media. La turbina más grande del país se ubica en el parque eólico Gibara 1, en la provincia de Holguín, y tiene una capacidad de 850 kW. Los parques eólicos previstos Herradura 1 y Herradura 2 en la provincia de Las Tunas tendrán una potencia de 1.500 y 2.500 kW, respectivamente. Ambos parques contarán con un total de 54 turbinas. Por su envergadura, el proyecto es inédito en Cuba, enfatiza Moreno. Sin embargo, esto genera diversas dificultades en el ámbito de la financiación y los recursos materiales para su finalización. Aerogeneradores de potencia media Moreno señala que, por sus características técnicas, los aerogeneradores de media capacidad pueden integrarse fácilmente en una amplia gama de proyectos de generación de energías renovables, autoconsumo y generación distribuida, siempre que las condiciones de viento sean las adecuadas. Pueden conectarse a la red de distribución, a redes débiles, en sistemas aislados fuera de la red, como parte de una microrred o red inteligente, o en sistemas híbridos con otras tecnologías, como la fotovoltaica, el biogás, el diésel con o sin sistemas de almacenamiento, subrayó. "Las turbinas eólicas son fáciles de instalar, operar, transportar y mantener, tienen menos impacto en el medio ambiente y la apariencia que las turbinas grandes y, sobre todo, requieren poco espacio". Un concepto que cobra sentido especialmente para el " en el caso particular de la Zona Especial de Desarrollo Mariel. Allí, "La ubicación de pequeños parques eólicos con equipos de mediana potencia podría satisfacer la demanda eléctrica de las instalaciones fabriles y de otro tipo asentadas allí, con un mínimo de terreno destinado a su construcción", dijo Moreno. Ante la crisis energética, Cuba impulsa la expansión de las energías renovables. El gobierno acaba de anunciar la construcción de más parques solares. A mediados de marzo, se anunció que Cuba planea instalar 92 parques solares fotovoltaicos con una capacidad total de 2.000 MW de generación eléctrica para 2028. De acuerdo con la última actualización del Plan Nacional de Desarrollo, la participación de las energías renovables en la matriz energética del país se ampliará al 37 por ciento para 2030 y luego gradualmente al 100 por ciento. El país lucha por la independencia energética. Pero Cuba todavía está muy por detrás del calendario que se ha fijado. Debido a la falta de combustible y repuestos para las centrales térmicas de diseño soviético que aún están en funcionamiento, así como de generadores diésel, horas de cortes de energía forman parte de la vida cotidiana de los cubanos. Hay una falta de dinero para el mantenimiento y las inversiones y para la adquisición de combustible
La economía cubana se contrajo un 1,9 por ciento el año pasado. Así lo confirmó este lunes el ministro de Economía de Cuba, Joaquín Alonso Vázquez, durante una sesión de trabajo de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional de Cuba. Al evaluar el desempeño económico en el primer semestre de 2024, el ministro señaló que se mantiene un escenario complejo, caracterizado por un alto déficit fiscal y emisiones monetarias por encima de las recomendaciones. "Tenemos insuficientes ingresos en divisas, créditos externos y baja recuperación de la producción nacional. A la vez, hay limitaciones con el combustible y la energía, elevada y persistente inflación y alto endeudamiento externo", dijo Alonso Vázquez, citado por el portal estatal en línea Cubadebate. Después de la caída del 10,9 por ciento del producto interno bruto (PIB) en el año 2020, la economía de Cuba mostró un modesto crecimiento de 1,3 y 1,8 por ciento en 2021 y 2022. En vista de la renovada caída de casi el dos por ciento, la producción económica cubana aún está muy por debajo de los niveles previos a la pandemia. Como causas del declive en 2023, Alonso Vázquez citó el bloqueo estadounidense, la falta de divisas, una insuficiente oferta de bienes y servicios, la falta de combustible, el exceso de efectivo en circulación fuera del sistema bancario y otras "distorsiones". Según el ministro, el sector del turismo y la hotelería fue el que más aportó al PIB el año pasado, con un 13 por ciento. Sin embargo, advirtió que las cifras de 2024 "no son favorables". En el primer semestre del año, Cuba ingresó "sólo" el 88 por ciento de las divisas previstas. Es decir, 222 millones de dólares menos de lo esperado. En este contexto, Alonso Vázquez afirmó que la producción orientada a la exportación es una prioridad. "Todo lo que hemos venido haciendo, sobre todo en los últimos meses, tiene que apuntar a una recuperación en el resto del año”. Es probable que en ello influya el desarrollo favorable de exportaciones clave, como el tabaco, la anguila y otros productos pesqueros, así como los productos biofarmacéuticos", explicó el ministro. Señaló que si bien la producción de níquel, azúcar, miel, camarones y ron no alcanzó los ingresos esperados, se espera que el país genere un ambiente más favorable en el segundo semestre del año, ya que se han creado y aprobado “un grupo de esquemas de autofinanciamiento de divisa” que permitirán impulsar estas actividades. Los diputados también conocieron que en los últimos seis meses se han aprobado 12 nuevas empresas con inversión extranjera, una de ellas en la Zona Especial de Desarrollo Mariel. Esta semana, se espera que el Parlamento cubano apruebe el nuevo plan de ajuste macroeconómico del gobierno, el segundo en solo seis meses. El Consejo de Ministros también ha presentado una serie de medidas para reducir el gasto, desde la suspensión de las inversiones públicas hasta la reducción de las partidas presupuestarias. Las medidas están dirigidas principalmente a aumentar los ingresos en pesos cubanos y divisas. Con el fin de frenar la elevada inflación, desde el 8 de julio están en vigor controles de precios para una serie de productos básicos. Sin embargo, la medida es polémica.
El Gobierno cubano intenta controlar la grave crisis económica y de abastecimiento del país con recortes presupuestarios y ajustes del plan económico, así como con una política de precios "normalizada" en los sectores estatal y privado. Con la publicación de la Resolución 225 del Ministerio de Finanzas y Precios en la Gaceta Oficial nº 61 (PDF), el lunes entraron en vigor los precios máximos de seis productos de uso cotidiano (pollo, aceite de cocina, leche en polvo, salchichas, pasta y detergente). El nuevo paquete de medidas económicas fue anunciado en una reunión del Consejo de Ministros presidido por el presidente Miguel Díaz-Canel el último fin de semana de junio. Según el Gobierno, su objetivo es "corregir las distorsiones y volver a impulsar la economía en 2024". Según el Ministro de Finanzas, Vladimir Regueiro, el objetivo de los precios máximos es combatir la inflación. Ésta alcanzó oficialmente el 30% el año pasado. "A finales de mayo, la tasa de inflación se situaba ya en el 15%, ya que los precios siguen aumentando de forma constante", declaró el ministro, según el portal estatal Cubadebate. "Se revisaron los mercados, los principales proveedores y las condiciones en que se financian estos productos, la red de distribución y los costes logísticos. Previamente se celebraron varias reuniones con más de 50.000 actores económicos", dijo Regueiro, justificando la fijación de los límites de precios. Desde el lunes, un kilo de carne de pollo puede costar como máximo 680 pesos cubanos (CUP), un litro de aceite vegetal 990 CUP, un kilo de embutido 1045 CUP, un kilo de leche en polvo 1675 CUP, un kilo de pasta 835 CUP y un kilo de detergente 630 CUP, según la disposición. "Con esta medida no damos una transformación total a los precios, pero es un paso para contenerlos. Sabemos que la reducción de la inflación pasa necesariamente por un aumento de las producciones y mayor oferta de bienes y servicios para la población”, añadió el ministro. Los precios máximos de varios alimentos básicos deberían haber entrado en vigor el 1 de julio, pero se pospusieron inicialmente tras las críticas del sector privado para "alargar las discusiones", según se dijo. La limitación de los precios ha sido criticada por algunos expertos porque oculta la verdadera inflación y podría, a su vez, provocar cuellos de botella en el suministro y fomentar el mercado negro".