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Los retrasos en la planta de producción están dificultando la aprobación por la OMS de las vacunas COVID-19 de Cuba.
La aprobación por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de las vacunas cubanas COVID-19 sigue pendiente, ya que los expertos de la OMS no han podido inspeccionar las instalaciones de producción debido a retrasos en la puesta en marcha de una de sus líneas de producción.
El presidente del grupo farmacéutico BioCubaFarma, que participa en el desarrollo de vacunas, el doctor Eduardo Martínez Díaz, declaró al diario Granma que la visita de los especialistas de la OMS al complejo biotecnológico CIGB-Mariel, en las afueras de La Habana, prevista para finales de este año, no pudo realizarse porque la línea de productos recombinantes aún no se ha puesto en funcionamiento.
El retraso se debe a la imposibilidad de Cuba de efectuar los pagos a la empresa contratada para instalar los equipos y los sistemas de esta línea de producción. "Llevamos nueve meses intentando realizar los pagos, pero no se materializaron porque varios bancos se negaron a hacer las transferencias", explicó Martínez Díaz. Las sanciones de Estados Unidos y la clasificación de Cuba como Estado que apoya el terrorismo por parte del gobierno estadounidense complican las transacciones internacionales de Cuba. Además, el país atraviesa una grave crisis de pagos y ya ha tenido que pedir a sus acreedores que aplacen los mismos.
El titular de BioCubaFarma aclaró que en el complejo biotecnológico CIGB-Mariel, inaugurado en noviembre del pasado año, donde se realizará la producción de la vacuna Abdala, ya se encuentran en funcionamiento las líneas en las que se lleva a cabo la formulación, el llenado y el envasado. La información del expediente Abdala también se ha enviado a la OMS. Los intercambios están en marcha, dijo. "A pesar de estas dificultades, se está avanzando y esperamos completar el proceso de evaluación en 2023", dijo Martínez Díaz.
También se refirió al proceso de validación científica de las vacunas desarrolladas y producidas en la isla. Todos los resultados se publicaron en revistas científicas reconocidas, "fueron revisados por expertos internacionales el cual es denominado: proceso de revisión por pares".
Las vacunas cubanas COVID-19 ya han recibido la aprobación de emergencia en varios países. A finales de noviembre, México concedió la aprobación a las vacunas cubanas Soberana 2 y Soberana Plus; para Abdala ya se había concedido en diciembre del año pasado. Los ensayos clínicos habían demostrado una eficacia del 92,3% de tres dosis administradas de Abdala contra los cursos sintomáticos de COVID-19 y una eficacia del 100% contra la enfermedad grave y la muerte. En total, Cuba produce cinco de sus propias vacunas contra el Corona.
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