La gobernadora de la provincia de La Habana, Yanet Hernández Pérez, ha emitido una ordenanza que fija precios máximos para la venta de productos agrícolas en toda la provincia. La medida tiene como objetivo garantizar una mayor equidad y garantizar que los consumidores tengan acceso a estos productos, según los medios estatales.
La ordenanza estandariza los precios en toda la capital. Establece tres niveles de precios máximos: para la compra a los productores y la venta en instituciones estatales, para el comercio minorista en mercados privados y para ciertos productos agrícolas vendidos en ferias agrícolas. Los productos que están sujetos a límites de precios incluyen alimentos como batatas, yuca, taro y plátanos, verduras como pepinos y calabazas, y arroz y frijoles.
"Con la aplicación de esta medida, el Gobierno Provincial del Poder Popular de la capital busca mejorar la transparencia en la comercialización de alimentos, proteger al consumidor y fortalecer el control estatal sobre los precios en un contexto económico desafiante agudizado por el recrudecimiento del bloqueo", escribe el diario capitalino Tribuna de La Habana.
En el verano del año pasado, en vista de la actual crisis económica y de suministro del país, el gobierno cubano ya había impuesto límites de precios a seis productos cotidianos (pollo, aceite de cocina, leche en polvo, productos de embutido, pasta y detergente). Sin embargo, muchos economistas critican los "precios limitados". Temen que los precios máximos fijados tengan el efecto contrario al que pretenden hacer y tengan un impacto negativo en la producción y, por tanto, en el suministro de bienes.