La justicia británica rechaza el recurso del Banco Nacional de Cuba en la disputa por las viejas deudas cubanas. El veredicto podría crear un precedente.
Un tribunal de apelaciones de Londres rechazó esta semana la apelación del antiguo banco central cubano, el Banco Nacional de Cuba (BNC), en la disputa legal contra el fondo de capital privado CRF I Limited. La disputa se refiere a viejas deudas cubanas millonarias, que provienen de préstamos tomados en la década de 1980.
El tribunal de Londres dictaminó que CRF es un acreedor legítimo de BNC, otorgando al fondo el derecho a cobrar la deuda en una demanda separada. CRF se mostró "complacido" con el veredicto del juez y lo calificó como "un paso significativo". "La sentencia confirma la validez de las reclamaciones de CRF y subraya su aplicabilidad con arreglo a la legislación inglesa. Con este resultado positivo, CRF entrará ahora en la fase de méritos del juicio, donde confiamos en lograr la victoria", dijo la compañía en un comunicado (PDF). La parte cubana ha mostrado poco interés en un diálogo constructivo, continúa el fondo. Sin embargo, el caso seguirá adelante resueltamente "para obtener justicia y hacer valer nuestros derechos legales".
Años de disputa legal
El caso lleva varios años ocupando los tribunales. CRF había demandado a Cuba y BNC y exige el pago de alrededor de 72 millones de euros por dos préstamos e intereses moratorios. Después de que no se llegara a un acuerdo extrajudicial en 2018, el caso terminó ante el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales en Londres en 2020. El Banco Central de Cuba (BCC) describió a CRF como un "fondo buitre" antes del inicio del juicio, alegando que había adquirido ilegalmente los instrumentos de deuda e incluso sobornado a un empleado bancario de alto rango en el proceso. El deudor BNC ya no funciona como banco central. El actual banco central, el Banco Central de Cuba (BCC), fue fundado en 1997 y ha asumido muchas de las funciones del BNC.
CRF rechazó las acusaciones. Durante años, han tratado de negociar con Cuba la reestructuración de sus deudas sin recibir respuesta. El fondo fue fundado en 2009 en las Islas Caimán para invertir en bonos del gobierno cubano en dificultades. Ahora es el mayor acreedor privado de Cuba y tiene una cartera de bonos que ascendió a 1.200 millones de euros en 2017.
Veredicto con dos ganadores
En abril del año pasado, la jueza Sara Cockerill determinó que CRF había adquirido legalmente los instrumentos de deuda en la demanda de ICBC Standard Bank, una subsidiaria británica del banco chino ICBC. Al mismo tiempo, sin embargo, señaló que el BNC ya no representa al Estado cubano. En consecuencia, la República de Cuba, que había demandado a CRF como "garante" de la deuda, ya no forma parte de los procedimientos judiciales. Según el juez Cockerill, CRF tiene derecho a exigir el pago de la deuda al BNC, pero no al Estado cubano. Ambas partes vieron el veredicto en ese momento como una victoria.
Sin embargo, la defensa del BNC apeló, que ahora ha sido desestimada. El Tribunal de Apelación de Londres confirmó el veredicto del juez Cockerill del año pasado. David Charters, presidente de CRF, dijo: "El veredicto de hoy refuerza nuestra confianza para pasar a la siguiente fase. CRF siempre ha buscado un acuerdo justo y equitativo, pero nos mantenemos firmes y luchamos por la justicia para nuestros grupos de interés en caso de que las negociaciones no se materialicen".
El BNC, por su parte, señaló en un breve comunicado que hasta ahora solo queda la cuestión de "si los tribunales ingleses pueden conocer o no acerca de la reclamación del fondo buitre; por lo tanto esta decisión del Tribunal de Apelación se limita a considerar que el proceso continúa ante las Cortes de ese país". Actualmente está revisando la posición defensiva con respecto a los próximos pasos, sobre los que informará a su debido tiempo, agregó el banco. "Al tiempo que ratifica, una vez más, su firme voluntad de diálogo e invariable respeto hacia las deudas que han sido contraídas de forma legítima".
Por lo tanto, el caso está entrando en la siguiente ronda y es probable que sea seguido de cerca por otros acreedores privados, ya que podría sentar un precedente para las reclamaciones de los acreedores comerciales de Cuba.