Tanto las empresas como las personas naturales pueden firmar contratos de suministro de energía solar. Sin embargo, hasta el momento la oferta no ha alcanzado un gran número de clientes.
Dos meses y medio después de la publicación de una decisión del gobierno cubano, según la cual tanto el sector estatal como el no estatal pueden contratar electricidad de los parques solares del país, sólo cinco empresas hacen uso de ella. Hasta ahora se han firmado contratos por un total de 1.966 kilovatios (kW). De ellos, 1.230 kW con un plazo de 20 años sólo están asignados a la empresa estatal de telecomunicaciones ETECSA por un volumen de contrato de casi dos millones de MLC (Moneda Libremente Convertible). Las otras cuatro empresas son todas estatales de la provincia de Villa Clara: el fabricante de antenas, Empresa de Antenas (45 kW), el Fondo Cubano de Bienes Culturales (30 kW), el fabricante de bebidas EMBER (250 kW), así como el fabricante de utensilios domésticos INPUD (411 kW).
Como parte de la estrategia de energías renovables de Cuba, el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) aprobó a finales de 2021 una resolución (PDF) que permite a las personas naturales y jurídicas firmar contratos de autoabastecimiento con energía solar. A través de un contrato con la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE), cualquier entidad, tanto estatal como privada, puede adquirir la energía fotovoltaica deseada según sus necesidades y condiciones de retribución, sin necesidad de instalar un sistema propio, aunque esta opción también existe. "Aparte del pago, los consumidores no hacen ninguna otra inversión, por lo que no tienen que preocuparse de instalar el sistema, hacerlo funcionar, mantenerlo, repararlo y protegerlo. Todo esto lo hace la UNE, ya que los sistemas fotovoltaicos contratados no se colocan físicamente en las instalaciones o viviendas, sino en los parques solares de la red nacional", dijo al portal estatal online Cubadebate Ramsés Montes Calzadilla, director de política y estrategia energética del Ministerio de Energía de Cuba.
Por cada kilovatio contratado, el cliente recibirá 125 kilovatios hora (kWh) al mes durante la duración del contrato (dos, cinco, diez o veinte años). El objetivo, dice Montes Calazadilla, no es que los clientes aumenten el consumo, sino que paguen menos. La UNE compra mensualmente el excedente de electricidad a los clientes privados por 3,00 pesos cubanos (CUP)/kWh y a las empresas por 1,81 CUP/kWh. La diferencia de precio se debe a que la tarifa para las empresas es inferior a la del sector residencial.
Se pueden firmar contratos a partir de 0,5 kW; el precio varía en función de la potencia contratada y del número de años acordado. Por ejemplo, si el cliente firma un contrato por un kW con una duración de 20 años, el precio es de 1 500 MLC (como 75 MLC/año); en cambio, si la misma potencia se contrata por dos años, el importe a pagar es de 159 MLC (79,5 MLC/año). Según Montes Calzadilla, la oferta suele ser aceptada por aquellos que no tienen los requisitos necesarios para instalar paneles solares en su propiedad o que eligen esta opción por los beneficios (de coste) que conlleva. El único requisito es tener una cuenta de MLC.
Desventajas para el sector residencial
Desde principios de noviembre de 2021, la empresa pública Copextel comercializa la instalación y explotación de sistemas fotovoltaicos de 1 kW para los hogares en CUP. En verano, Cuba ya había permitido la importación libre de impuestos y sin fines comerciales de sistemas fotovoltaicos por parte de personas naturales con el fin de promover la expansión de las energías renovables. Una ley que entró en vigor a finales de noviembre de 2019 también permitió por primera vez la producción de energía por parte de productores independientes, tanto personas naturales (hogares) como jurídicas (cooperativas, pequeñas empresas, empresas estatales). Según el Decreto 345, los cubanos pueden, por ejemplo, comprar paneles solares para generar electricidad para su propio consumo y vender la electricidad sobrante a la red nacional. Se conceden préstamos de hasta el 100% del valor para la compra de los equipos. Los equipos y sus piezas de repuesto se venden en tiendas seleccionadas, incluidas las de MLC; la instalación y el montaje corren a cargo de organismos estatales.