Su introducción fue una "medida de justicia social". El objetivo sigue siendo recuperar el poder adquisitivo del peso cubano.
El ministro cubano de Economía y Planificación (MEP), Alejandro Gil, defendió esta semana la apertura de tiendas que operan exclusivamente en divisas. Sin ellos, "la situación económica del país sería aún más compleja y también la venta de bienes y servicios en pesos cubanos a la población sería mucho menor, dado el gran desabastecimiento de la red minorista", afirmó.
Para ingresar las tan necesarias divisas, el gobierno había abierto en 2019 tiendas estatales de cambio de divisas en las que se pueden comprar en moneda extranjera electrodomésticos y repuestos de automóviles y, desde junio de 2020, comestibles y productos de higiene a través el pago con tarjeta. Para ello, los cubanos deben abrir una cuenta en euros u otra moneda extranjera en un banco estatal vinculada a una tarjeta electrónica. El gobierno lo denomina MLC (Moneda Libremente Convertible), moneda libremente convertible. Un MLC equivale a un dólar estadounidense.
Muchos productos de uso cotidiano se encuentran ahora sólo o principalmente en estas llamadas tiendas de MLC. Dado que la mayoría de las personas cobran en pesos cubanos (CUP) y no tienen acceso a las divisas, sobre todo teniendo en cuenta las actuales restricciones a las remesas extranjeras, las tiendas en MLC llevan tiempo causando una acalorada polémica en el país.
"Aunque muchos no lo vean así, es una medida de justicia social porque permite redistribuir las divisas en pesos según la oferta de la red minorista", defendió el ministro de Economía Gil, que también es viceprimer ministro, a la agencia estatal de noticias cubana ACN. Gil admitió que "esto forma parte de las medidas de ajuste que tienen un coste" y que el gobierno es consciente "de que la población no puede satisfacer plenamente sus necesidades en estas instalaciones de MLC".
Gil recordó que la introducción de las tiendas en MLC tenía como objetivo evitar la salida de divisas del país por parte de personas físicas, principalmente viajeros, que en ese momento abastecían el mercado interno. El objetivo original era utilizar las divisas recaudadas a través de los comercios de MLC "para promover el desarrollo de la industria nacional y mantener un nivel estable de abastecimiento en pesos", dijo Gil, quien reconoció que "nadie esperaba que una epidemia complicara aún más la situación". En octubre de 2021, había dicho a la Asamblea Nacional, continuó, que más de 300 millones de dólares provenientes de las ventas en MLC habían sido utilizados para abastecer a la red comercial de bienes en moneda nacional, "por lo que debemos preguntarnos cuál sería el escenario si no se hubieran activado estas transacciones, a pesar de las limitaciones que genera".
Gil afirmó que "la forma de combatir la inflación es aumentar la oferta del gobierno en moneda nacional, lo que no se puede lograr de la noche a la mañana". Según el gobierno, el año 2021 se cerró con una tasa de inflación superior al 70%, mientras que algunos expertos estiman que la inflación real (incluyendo el mercado informal) ronda el 400-500%. La lucha contra la inflación sigue siendo la tarea más importante del gobierno cubano, había subrayado Gil a finales de diciembre ante los diputados reunidos de la Asamblea Nacional, esbozando posibles soluciones.
En declaraciones a la ACN, Gil destacó el carácter temporal de la decisión de introducir las tiendas MLC, que, según dijo, estaban cumpliendo su objetivo. La duración, dijo, dependía de la recuperación de la economía y "de que podamos dotar al peso cubano de un poder adquisitivo real".