Desde el 01.01.2021, el sistema de doble moneda en Cuba es historia con la eliminación oficial del CUC.
La desde hace largo tiempo anunciada reforma monetaria fue iniciada el 01.01.2021 y es esencial para el progreso de las reformas económicas de Cuba. La economía cubana se había reducido recientemente en un 11%.
En el futuro en el sector empresarial estatal se aplicará también un tipo de cambio de 24 pesos cubanos (CUP) por 1 dólar estadounidense, en lugar del anteriormente sobrevaluado tipo de cambio de 1 : 1. Cuando se prohibió el dólar como medio de pago oficial en 2004, se utilizó el peso convertible (CUC) para sacar el dólar de la circulación y estabilizar la economía. Así pues, tenía la función esencial de poner a disposición del Estado las reservas de divisas que poseía la población y recuperar la soberanía sobre la política monetaria y cambiaria.
Con el tiempo, sin embargo, el CUC perdió cada vez más importancia en la vida cotidiana, ya que casi todas las transacciones pueden realizarse también en el CUP. Sin embargo, el impacto negativo en el sector de las empresas estatales fue devastador. La masiva sobrevaloración distorsionó el rendimiento económico de cada empresa así como el del país en su conjunto. En el pasado las empresas orientadas a la exportación normalmente recibían sólo un peso cubano (CUP) por cada dólar ganado, debido al cambio 1:1. Al mismo tiempo, para las importaciones, que por supuesto se pagaban en moneda extranjera en el extranjero, las empresas cubanas sólo tenían que recaudar un peso cubano en lugar de un dólar y el Estado subvencionaba el déficit. Es evidente que este sistema, en el que la cantidad de CUC emitida no está adecuadamente cubierta por las divisas, es insostenible, crea desincentivos y conduce a nuevos desequilibrios.
Los economistas cubanos estiman que sólo alrededor del 40% de las empresas estatales son rentables. Dado que la mayoría de las empresas ineficientes ya no serán subvencionadas por el Estado en el marco de las actualizaciones económicas, sino que se venderán a largo plazo y se transferirán a otras formas de propiedad, es indispensable identificarlas como tales, lo cual, sin embargo, sólo es posible ahora después de la reforma monetaria, ya que ahora hay claridad en los balances.
Por lo tanto, parte de la reorganización es también una reducción masiva de los subsidios estatales. También se adaptó la Libreta, que todo cubano posee y que a mediano plazo será abolida y sustituida por sistemas sociales basados en la necesidad. Así los productos ya no se regalan por un precio simbólico, sino que en su mayoría se ponen a disposición a precio de coste. Se hacen excepciones para los niños y las personas con necesidades especiales. En este contexto, Raúl Castro ya declaró hace unos años "Hay que pasar de subvencionar bienes a subvencionar personas".
Sin embargo, los costos sociales de la reforma monetaria no son insignificantes, al menos a corto plazo y deben ser amortiguados por el Estado. Como resultado directo del aumento de los costos para las empresas los precios de los bienes y servicios ya han subido enormemente desde principios de año. Entre los ejemplos figuran las nuevas tarifas de electricidad, agua y transporte público, así como el aumento de los precios del sector privado. Aunque el gobierno cubano aumentó los salarios al mismo tiempo e introdujo escalas salariales completamente nuevas, algunas de las nuevas tarifas estatales se ajustaron de nuevo tras las protestas de la población. Los salarios de los empleados de las empresas extranjeras y las empresas mixtas también se incrementaron masivamente, ya que las agencias de empleo intermediarias ya no retienen la mayor parte de los impuestos pagados por el empleador.
En el futuro, las empresas estatales tendrán mucha más autonomía y no tendrán que entregar automáticamente los beneficios de las exportaciones al Estado. A cambio, sin embargo, tendrán que hacer frente a los costos reales de las importaciones, por ejemplo, y ya no podrán depender de las subvenciones. Dado que alrededor del 25% de las empresas estatales tendrán grandes pérdidas, el gobierno cubano ha lanzado un programa de ayuda de 18 mil millones de pesos (750 millones de dólares). Sin embargo, si se acepta, debe elaborarse un plan de recuperación. Al mismo tiempo, se modernizará el sistema tributario, se reducirá considerablemente la carga de las contribuciones y se reconocerán todos los gastos a efectos fiscales. No obstante, es de esperar que muchas empresas estatales no rentables se transfieran a otras formas de propiedad a mediano plazo. El primer paso lo darán alrededor del 50% de los casi 7.000 restaurantes estatales y el 80% de las empresas de servicios sencillos. Estos se convertirán en cooperativas o se arrendarán a particulares.
El personal reducido por el cierre de plantas será absorbido por el sector privado, que tendrá sus propias formas jurídicas para las PYMES de manera oportuna, que también podrán participar en el comercio exterior a través de organismos estatales.
Las preguntas cruciales para el futuro son si el Estado, que a pesar de la escasez de divisas en el contexto de la actual crisis de liquidez, ha reservado suficientes recursos para apoyar el CUP, y en qué medida se desarrollará la inflación esperada. El gobierno de La Habana ya introdujo topes de precios para más de 40 productos agrícolas.
Mientras tanto, el gobierno ha asegurado repetidamente que los depósitos de ahorro así como las tenencias de efectivo en CUC son seguras. El intercambio de CUC en CUP sigue siendo posible durante un período de transición de seis meses. Así que hasta el 1 de julio, las existencias de CUC pueden ser cambiadas por CUP en las oficinas de cambio y los bancos. Las cuentas bancarias en CUC pueden convertirse en cuentas CUP o de divisas. Sin embargo, debido a la escasez de divisas, el acceso a éstas no será posible hasta algún tiempo en un futuro lejano. Además, en muchas tiendas todavía es posible pagar con CUC, el cambio se da de nuevo en CUP.
Desde octubre de 2019 los CUC ya no pueden cambiarse por moneda extranjera en las oficinas de cambio estatales, por lo que se ha desarrollado un floreciente mercado negro de moneda extranjera como el euro o el dólar estadounidense. Con muchos cubanos que actualmente tratan de cambiar sus ahorros por moneda "dura" para comprar en tiendas de cambio, el valor del CUC y CUP en el mercado negro ya se ha desplomado. La importancia del dólar ya ha aumentado considerablemente y algunos economistas ya están hablando de una dolarización parcial de la economía.
A mediano plazo no habrá forma de evitar una mayor apertura del sector privado a las pequeñas y medianas empresas (PYMES), la demorada expansión de las cooperativas no agrícolas y leyes más flexibles para la inversión extranjera a fin de transferir muchas de las empresas estatales no rentables a otras formas de propiedad y mantener bajo el desempleo.