Las fuertes lluvias en el occidente de Cuba han devastado miles de hectáreas de tierras de cultivo. También se reportan pérdidas de vidas humanas.
Según las cifras oficiales, las fuertes lluvias caídas en el occidente de Cuba en los seis primeros días de junio han afectado a casi 4.000 hectáreas de cultivo, principalmente de tabaco y hortalizas.
Según un informe del Ministerio de Agricultura cubano (Minag), 11.868 cultivos sufrieron algún tipo de daño en la agricultura urbana. Rápidamente se iniciaron trabajos de drenaje y siembra para reparar los daños, según el diario Granma. También se vieron afectadas 444,7 toneladas de tabaco, de las cuales se perdieron 17,5 toneladas, y 55 casas de cura. El documento del Minag afirma que todo el tabaco dañado será tratado y no se perderá como materia prima a pesar de las pérdidas de calidad.
En otros puntos importantes, el Ministerio de Agricultura aclara que el acopio de leche, que también se vio afectado por las lluvias, ya ha vuelto a la normalidad, como demuestra la estabilización de las operaciones de ordeño, mientras que el arroz sigue siendo objeto de una evaluación exhaustiva. En la provincia de Pinar del Río, hay 1.050 hectáreas de arroz maduro con posibles daños en 150 hectáreas que se estarían evaluando actualmente. También se ha paralizado la recolección en las provincias de Cienfuegos y Ciego de Ávila.
Además, el Ministerio de Agricultura ha decidido realizar una siembra a corto plazo en una superficie lista para sembrar de 21.000 hectáreas para aprovechar la humedad disponible en el suelo, dando prioridad a los cultivos más afectados como el boniato, la yuca, el pepino, la calabaza y el maíz. Según afirma el reporte, las reservas de semillas son suficientes para este trabajo y ya se han plantado algo más de 2.583 hectáreas. Villa Clara, Sancti Spíritus, Cienfuegos y Matanzas son las provincias que más han avanzado.
Las intensas lluvias de principios de junio, de hasta 300 milímetros por metro cuadrado, se asociaron a una zona de baja presión sobre el Golfo de México y causaron daños en viviendas y otras infraestructuras, así como en la red eléctrica, además de daños en la agricultura. Como anunció el equipo nacional de gestión de crisis, en algunos momentos hasta 208.000 hogares se quedaron sin electricidad; 1.219 edificios resultaron dañados, 90 destruidos. Las inundaciones en varias provincias cubanas se han cobrado cuatro vidas, según los informes recibidos hasta el momento.