Los establecimientos de comercio y gastronomía y algunas oficinas gubernamentales están reabriendo al público, aunque no en todas las provincias.
Teniendo en cuenta la situación epidemiológica, el gobierno cubano ha decidido reabrir gradualmente los restaurantes y bares al público. Las medidas pretenden garantizar una reactivación económica y social y una vuelta gradual a la normalidad. El éxito de la campaña de vacunación permite una apertura gradual, dijo la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, en la televisión cubana.
Además de la capital, La Habana, las aperturas afectarán inicialmente a las provincias de Matanzas, Cienfuegos, Ciego de Ávila, Santiago de Cuba, Guantánamo, Mayabeque e Isla de la Juventud. En estas provincias las cifras de infección han descendido recientemente.
En La Habana más de 500 establecimientos gastronómicos estatales y privados pueden recibir a sus clientes hasta las 21:30 horas desde el 24 de septiembre. El inicio del toque de queda nocturno, vigente desde febrero, se postergó de las 21:00 a las 22:30 horas. Los establecimientos deben garantizar medidas de higiene, ventilación natural, límite de capacidad y una distancia de unos dos metros entre mesas. Los nuevos horarios de apertura difieren de una provincia a otra.
Las notarías, las oficinas de registro y las oficinas del catastro también vuelven a abrirse al público, aunque inicialmente sólo con cita previa, empezando por la recogida de documentos, para evitar grandes aglomeraciones.