La cooperación triangular entre Cuba, la República Dominicana y Alemania en el sector energético tiene como objetivo aumentar las capacidades tecnológicas.
La cooperación triangular existente entre Cuba, la República Dominicana y Alemania ha abierto un nuevo campo de trabajo en el que Cuba desempeñará un importante papel en su desarrollo. La cooperación servirá para "el desarrollo y la aplicación de soluciones resilientes para apoyar la recuperación ecológica en este país mediante el uso de la energía solar", escribe la agencia de noticias cubana Prensa Latina (PL).
El objetivo principal del proyecto es "profundizar en el conocimiento de la recuperación ecológica y aumentar la capacidad tecnológica de las instituciones dominicanas pertinentes mediante la aplicación de soluciones rápidamente ejecutables y replicables para el uso de la energía solar", prosigue el informe. Según el informe, el proyecto incluye actividades de formación y capacitación tanto en Cuba como en la República Dominicana.
La cooperación triangular se lleva a cabo entre el proveedor, en este caso Alemania, que aporta la financiación y la experiencia; el donante, en este caso Cuba, que transmite los conocimientos técnicos; y el país receptor, la República Dominicana. La cooperación está prevista hasta 2023 y, según el PL, se financiará con cargo al Fondo Regional para la Cooperación Triangular en América Latina y el Caribe con unos 750 millones de euros.
Cuba se ha centrado en la expansión de las energías renovables desde 2014 para reducir las importaciones de combustibles fósiles. Según el gobierno, el mayor potencial reside en la energía solar y la eólica. Además, hay centrales eléctricas de biomasa. Según la última actualización del plan de desarrollo, la cuota de energías renovables en la matriz energética del país debe ampliarse hasta el 37% en 2030 y, posteriormente, de forma gradual, hasta el 100%.
Cuba recibe el apoyo de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) para la construcción de parques fotovoltaicos, según anunció a finales de marzo el ministro cubano de Energía y Minas, Liván Arronte. Además, Cuba ha creado una normativa para la importación no comercial de sistemas fotovoltaicos por parte de particulares y beneficios fiscales para las empresas extranjeras de energía verde.